11-09-2014 03:05a.m.
En el transcurso de haber formado una relación relativamente estable contigo, recién ahora reacciono y pienso que siempre me nombrabas que no eras eterno y que si bien eras grande pero no tanto, vos decías que básicamente estabas mas cerca de la muerte que de la vida. Por eso siempre, a pesar de nuestras peleas, tratábamos de estar bien y unidos, disfrutando cada minuto que estábamos juntos..
Siempre te veía tan activo, tan inquieto, tan lleno de vida, que la última persona que pensé que iba a morir, eras vos. Hasta llegué a pensar que yo iba a morir primero por algún motivo raro.
Ese 21 de mayo de 2014, venías de dar clases en la facultad de ingeniería y me pasaste a buscar por Lanús. Fuimos a tu casa y como todas las veces que nos veíamos, llegábamos, nos sacábamos los zapatos en la puerta, era como una manera de entrar en la intimidad de la casa, tu casa. Dejábamos los zapatos en la cocina y yo salía a limpiar de las perritas y les daba de comer. Vos, dejabas tú maletín en el estudio, junto con tu reloj y tu billetera. Pasabas a la cocina y dejabas cargando el celu, luego subías y te sacabas la ropa para ponerte ropa de entrecasa y bajabas nuevamente a la cocina para organizarnos con la comida. Para ese entonces, ya habría terminado con el patio y las perritas. Entraba y como costumbre, nos abrazábamos fuertes, junto a un "Te amo" de ambos.
Esa noche, vos te sentías muy cansado pero cocinamos juntos. Comimos polenta con una salsa exquisita que preparamos (aunque era receta tuya). Nos sentamos muy tranquilos en la mesa de la cocina y mientras cenábamos, vos me comentabas de alguien de la escuela que le había agarrado un acv y a varios de esa familia, cuando de pronto me dijiste: " Tengo miedo que me agarre un acv o algo parecido", entonces mi respuesta fue que no iba a pasar nada pero que había que cuidarse y que debías ir a hacerte un chequeo general para saber que estaba todo bien, pero el chequeo te lo ibas a realizar después de esa bendita peña que te tenía loco y que al final no se hizo.
Pero bueno, la noche pasó. Siempre dejábamos todo impecable antes de subir y llevábamos dos botellas de agua, para colocar una de cada lado de la cama. Después procedíamos a sacarnos la ropa y nos envolvíamos en besos y abrazos, y a realizar nuestro acto de amor. Después de ello mirábamos tele. Ese día yo me dormí primero, por lo que vos antes de dormirte apagaste el televisor.
Nos dormimos alrededor de 01:30am... Mi mente navegaba en un mar de sueños, que ni siquiera iba a recordar al día siguiente, cuando de pronto, en medio de una oscuridad absoluto, te escucho (al rededor de las 02:15am), ahogándote e intento despertarte.... Amor! Amor! ....Amor, estas bien? ...(ya con desesperación!) Amor!! Amor!!!. Llego a alcanzar prender la luz de la mesita y te veo...morado, y prácticamente ya ni respirabas. Era como que tomabas aire de golpe y no respirabas por un rato. intenté escuchar tu corazón pero con la desesperación del mío, no noté si latía. Entonces inmediatamente vi que no ibas a reaccionar, sabía que te estaba perdiendo, estaba perdiendo a mi amor, así que baje lo más rápido que pude a buscar mi celular, mientras que llamaba al 911, hablaba y me iba vistiendo, corto y llamo al 107 que era la ambulancia, ya me encontraba parada en los pies de la cama vestida, mirando como ya no respirabas, no había ni un mínimo movimiento de nada y no sabía que hacer.
Cuando corte con el 107, baje llorando y me aterrorizaba la idea de volver a subir y verte completamente sin vida.
Mientras que esperaba la ambulancia, lloraba y lloraba. Cuando llega la ambulancia y tenía que subir, a penas asomo la cabeza entrando a la habitación, con los médicos adelante mío, estaba tu cuerpo totalmente inmóvil, y pensaba "por favor que no este muerto, por favor que no este muerto!". Los médicos proceden a realizar los primeros auxilios, pero viendo la reacción de los médicos y al confirmar que ya no había pulso, todo fue raro. El gran Arquitecto Marcelo Nicoletto, mi amor, había muerto el 22 de mayo de 2014, a las 02:30 a.m.
La primera llamada que hice fué a Veronique, diciéndole que Marcelo había fallecido, pero ella pensaba que le estaba haciendo una broma de muy mal gusto, hasta que se da cuenta que no es cierto y me dice que iba a venir en cuanto pudiera porque tenía que dejar a los chicos con alguien.
Los médicos se van y me dejan con un papel, con datos de Marcelo y la hora de su muerte... Y ahora que hago?! pensaba y lloraba. Todo era tan raro!
Mi segunda llamada fue a la tía, casi a las tres de la madrugada en una soledad absoluta, aunque mi única compañía eran las perritas.
- Tía:- Hola Ro! que paso?
- Yo:- Tía, te acordas que te dije que salia con alguien, bueno ese alguien, era Marcelo Nicoletto, el director de mi escuela y estaba acá con el y fallecio. Llame al 911 y después al 107, vino la ambulancia pero ya estaba muerto y me dejaron un papelito y no sé que hacer, no sé.
-Tía:- Bueno Ro, quédate tranquila, decime donde estás que voy para allá....
...La tía era la única persona con la que podía contar en ese momento. A quien más podía contarle, si nuestro romance era muy clandestino. Nadie sabia nada, ni siquiera donde estaba yo aquella noche, solo que simplemente salía con alguien, y que estaría en un lugar x.
Llega la tía, con Fabían!. Abro la reja, me abrazan y luego entramos a la casa. Nos sentamos en el living, la tía abrazandome, y yo tratando de contar lo que había pasado. Fabi buscaba una comisaria cercana y con eso de que me sentía perdida, rara y triste, se me había olvidado por completo que a la vuelta encontraría una. Cuando vuelve, nos dice que con ese papel ya había que buscar sepelio, me sentí tan rara, en un momento nunca antes vivido, en el que acababa de perder a Marcelo y todo nuestro futuro juntos, lleno de planes y felicidad.
Entonces comenzó la búsqueda. Luego de recorrer la ciudad de Banfield y parte de Lanús buscando sepelios, nos habíamos decidido por uno, ya siendo alrededor de las 07:00 a.m. Marcelo iba a ser velado en casa Lasalle, frente a la Plaza de Lomas de Zamora, a partir del mediodía.
Ahora venía otra parte de esta historia, el tener que avisarle a sus familiares, amigos, conocidos y gente de las escuelas, que Marcelo había fallecido. Entonces comencé a llamar. Nadie creía lo que estaba diciendo, Marcelo había dejado este mundo? siendo una persona tan llena de vida. A todos nos costo creerlo y aceptarlo, aunque debo admitir que sabiendo que no va a volver, todavía no acepto que se haya ido. Era necesario que me dejara sola?
En medio de las llamadas, llegó el médico que venía a verificar el cuerpo. Otra vez tenía que verlo en la cama totalmente sin vida, era como una tortura, aunque podría haber estado toda la vida a su lado, mirándolo. Recuerdo que llegue a ver que tenía toda la espalda morada pero ya no tenía la cara hinchada y morada, estaba normal.
Siendo ya casi las 11:00 am, llega Veronique con una amiga. Era un encuentro raro. La ex mujer y la actual juntas?! Si, nos tuvimos que conocer, y de una manera fea.
Veronique subió a ver a Marcelo y yo subí atrás de ella. Ella le hablaba y yo observaba a Marcelo. Con veronica lo agarramos de la mano, estaba tan frío y yo seguía sumando sensaciones raras. Después de eso la tía subió también para no dejarme sola supongo.
Justo cuando estábamos hablando con Veronique, llega la ambulancia a buscar el cuerpo. No lo vi cuando lo bajaron porque estaba en el estudio, y la tía cerró la puerta para que no viera pero no recuerdo lo que hacia pero sé que estaba con veronica, la amiga y la tía. Una vez que retiraron el cuerpo, fui con la tía a su casa, me di un baño y ya teníamos que salir de vuelta porque era el velatorio... Estuve todo el día, no quería irme, porque Marcelo estaba ahí, aunque él ya no estaba con nosotros. Y la tía estuvo todo el día acompañándome, eso fue importante porque no me sentí sola pese a todo, no sé que hubiese hecho si la tía no estaba conmigo.
Con todo esto que venía pasando, ni siquiera recordé comer, solo pude tomar una pequeña taza de té. Esa fue mi comida en casi 24hs. Y me quedé hasta el último minuto que tuve con Marcelo. Te veía y en silencio no entendía porque te había tocado irte. Una de las tantas personas que se me acercó, fue Marcela y me dijo: "Uno no elije quien se queda o quien se va", aunque pienso que fue muy injusto que él se haya ido. La persona que había cambiado mi mundo ya no iba a estar conmigo, aunque si va a estar siempre en mi corazón y en mis recuerdos mas lindos.
